lunes, 23 de abril de 2007

la polilla y la vela


En este mi segundo minuto, quisiera contarles una fábula, no tengo la ambición de ser un Esopo ni mucho menos, pero les dejo esta; saben que lo bueno y malo de una fábula es que en general cuando terminas de leerla puedes aplicarla a casi cualquiera y ninguna situación de tu vida o de la vida de cualquiera?.
bueno léanla ya después sonrieran como yo al ver cuantas veces podemos ser una vela y cuantas otras una polilla.

En una habitación oscura, sobre una mesa en el rincón, se encontraba una vela encendida, danzando tímida y temerosa ante la peligrosa brisa que entre las cortinas se filtraba.
Desde el techo una polilla cautivada con el brillo, la danza y el calor; fijaba sus muchos ojos en la vela y su pequeña y bailarina llama, hipnotizado por su brillo y su extraña belleza la polilla olvido su insaciable apetito y su innata cautela y rauda se precipito sobre la vela, la vio tan frágil tan pequeña, tan cálida tan alegre que en remolino concéntrico y con los ojos fijos en ella se fue acercando mas y mas, en cada pasada la veía mas brillante mas cálida mas acogedora y se acercaba mas y mas, sin dejar de mirarla fijamente; sintiendo que si la belleza existía ella la había encontrado en aquella vela candorosa, que si el amor tiene forma debía ser aquello que estaba contemplando.

Y así estaba la polilla hundida en sus sensaciones que sin apenas notarlo y en un segundo nada mas estaba camino al suelo con las alas, antenas y patas chamuscadas; ni siquiera sintió dolor, para cuando reparo de su situación, aleteaba penosamente en el suelo de la oscura habitación, a la espera de un pisotón piadoso, y mientras trataba de fijar sus ojos nuevamente en la vela se preguntaba con sincero dolor ¿Por que a mi?

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