lunes, 18 de julio de 2011

La receta mas sencilla

Desde que somos niños, somos enseñados, concientizados, casi obligados a ser exitosos; y en nuestro afán por llenar ese molde de perfección que nos dicen es el secreto de la felicidad y la razón de la vida de un ser humano, las personas siguen dos caminos, el primero,  por ser el mas serio, aunque también el mas largo y el mas difícil es la opción de inicio de casi todos, y es también el primer Knock out técnico de muchos, que se retiran del azaroso mundo del estudio constante, el perfeccionamiento perpetuo y la paranoia de las nuevas generaciones, que indefectiblemente vienen con lo que te fue difícil de aprender ya tatuado en su ADN.

Y muchos de los que siguen por ese camino  de esfuerzo encuentran que entre tanto estudio, trabajo y perfeccionamiento, el éxito todavía les es esquivo por que están tan ocupados “siendo mejores, mas rápidos, mas eficientes” que se olvidan de publicitar sus logros, vender sus goles, “reventarse cohetes” y para cuando sus logros son reconocidos ellos están exhaustos, aburridos y pensando que abrir una bodega de abarrotes no es mala idea.

Y ven con envidia y asombro el otro camino, la segunda opción,  el camino del pendejo, ese camino que no te obliga  a matarse por estudiar nada para ser un experto en todo, aquel que te permite, aprendiendo 3 o 4 palabras en ingles, encantar a gerentes y jefes igual de improvisados; Claro! tu los has visto! es el tipo o tipa clásico que habiendo estudiado publicidad, resulta siendo el experto en tendencias tecnológicas, o aquel escritor que nunca escribió mas que el horóscopo, y que  teniendo como mayor virtud su habilidad  de soltar carajos, mientras sonríe, piensa que puede cuestionar, vetar o recomendar  metologías de trabajo científico, solo por que no puede pronunciar el nombre en Ingles.

La receta mas sencilla para ganar reconocimiento, es esa; el hacer cualquier cosa que medio funcione y decirles a todos que acabamos de salvar el mundo; créame siempre habrá algún idiota que lo crea, ¿y por que? por que la mayoría vive improvisando, fingiendo que sabe, creyendo que nadie se da cuenta o simplemente les importa poco, lo que hagas mientras “el de arriba no joda”.

Lo triste de esta receta es que es buena hasta que se topa con las métricas duras de la realidad (tiempo, co$to,oportunidad), aquellas a las que no les puedes explicar de coyunturas “especificas” o de realidades “diferentes” y es ahí cuando el negocio acaba.

Si quieres ser conocido, ya tienes la receta, si quieres ser bueno, convéncete que el camino no solo es difícil, también es ingrato y el anonimato te acompañara, gran parte de tu camino.

viernes, 15 de julio de 2011

El asentador de cabeza

Hace mucho tiempo, cuando comenzaba a “hacer” mi carrera, empecé como todos pagando derecho de piso; y lo hice como operador de sistemas,  en mi carrera a diferencia de otras, cuando eres bueno en algo, no te promueven al siguiente nivel; simplemente te conviertes en confiable y de ahí no te mueves; entonces te toca además de ser bueno y confiable; hacer otras cosas, demostrar ambición y pro actividad, mostrar eso que uno de mis muchos jefes llamaba “ojo de tigre” que no es otra cosa que las ganas de comerte al mundo, aunque te cueste dormir poco o nada y hacer y resolver todo lo que se te ponga al frente y mas; todo  con la esperanza de que te noten, de que alguien se de cuenta y te den la oportunidad.

En fin me costo mucho llegar a ser programador y en los días mas agrios de mi etapa de programador, junto con otro gran programador al que llamare el Señor Chonny, hicimos MARAVILLAS para una de las empresas que tuvo la suerte de tenernos como trabajadores, yo por convicción no solía buscarle tres pies al gato, a lo que me pedían, por que partimos  de la premisa que el “jefe” sabe lo que hace, por eso el jefe no?.

En fin El Señor Chonny,  que suele tener las palabras justas siempre; después de una sesión de programación que duro 4 días y noches seguidos y  termino casi al amanecer de un día sábado, me dijo tras  una pitada a su cigarro: – “trabajamos así por que el jefe es un asentador de cabeza, un pobre tipo que no tiene el coraje de defender a su gente y que tiene temor de contradecir a sus superiores”- y si pues; el señor tenia la soberana costumbre de aceptar todo lo que le pidieran y jamás, de los jamases, diría que en este momento no se puede, no hay gente, no hay tiempo, no hay recursos, no hay equipo. él simplemente asentaría la cabeza a todo lo que le pidieran, perrito-que-muve-cabeza-estilo-3-634314587572421019nos lo encargaría y se aseguraría de arengarnos o amenazarnos antes de irse a su casa a dormir; sin importar si estabas enfermo, si era el cumpleaños de tu mamá o navidad; si tenias que programar en una computadora cuyo uso practico sería de tranca de puerta y no de estación de trabajo;  y yo me prometí a mi mismo que si alguna vez llegaba a ser jefe, defendería y entendería a mi equipo, yo no  pelaría los dientes y asentaría la cabeza como esos muñecos de taxi.

Entendí  que la lealtad dentro de  un equipo de trabajo tiene que empezar de arriba hacia abajo y no al revés; que si tuviera que discutir con mi jefe por ellos, lo  haría;  que cuando le pida un esfuerzo extra a mi equipo, seria por que yo como jefe ya les había dado todo lo que  debía, si les pedía quedarse, me quedaría con ellos, si les exigía también los recompensaría, que no los obligaría a hacer algo que yo no pudiera hacer; que los reconocimientos que el grupo obtuviera le llegarían a ellos, y no me los quedaría yo; por que son ellos los que hacen y consiguen, los jefes NO!.

Todo eso lo aprendí pagando derecho de piso, recorriendo el camino y tuve la convicción de no olvidarlo a pesar de los años y los elogios; decidí y me obligue a formar buenos grupos de trabajo y buenos profesionales, los proyectos? salieron solos y siempre salieron buenos por que la gente lo hacia con convicción con comodidad por que sabían que si fallaban yo los respaldaría y si acertaban todos lo sabrían.

Esa es la definición del asentador de cabeza, cualquier parecido con alguna realidad, es una verdadera lastima.

4 de noviembre

 Ahora me tan difícil hablar de ti,  ya no es tan sencillo decir estas cosas, las palabras hacia ti,  que antes podían salir como una fuente...