lunes, 22 de abril de 2019

Perder

La experiencia, ese recuerdo del dolor pasado que deja enseñanza, esa maestra que nos enseña a acomodar el cuerpo ante la caída repetida o el golpe recurrente.

Esa misma que te obliga a renunciar a lo deseado y lo querido, porque te encara un futuro de miserias.

Perder así, no debería doler, aun cuando en esa perdida todos los sueños  y el futuro deseado salen arrancados de tu vida. no debería; pero, ¿Quien convence al corazón de que mañana será  otro día?
Perder es perder cuando en la balanza se cuela el futuro y la sombra de lo ganado no mella todo lo que se ha perdido.

Yo todavía agradezco algunas perdidas, que a la luz de los años me evitaron cargar con algún alma podrida de egoísmo y envidia, se fueron  como el ruido en mis oídos de sus gemidos vacíos y mentirosos. 

Pero hay perdidas que me dolerán hondo, me dolerán siempre y no tendrán consuelo, y que no se creerán aquello de que el tiempo cura las heridas.

Perder es perder cuando lo que se fue lo era todo y tu no lo sabias o  lo dabas por sentado, perder es perder cuando ni lagrimas, ni gritos,ni reproches o remordimientos te devolverán lo querido.

Yo he perdido. 

4 de noviembre

 Ahora me tan difícil hablar de ti,  ya no es tan sencillo decir estas cosas, las palabras hacia ti,  que antes podían salir como una fuente...